lunes, 27 de abril de 2009

Los alienígenas llegados de Rusia

Últimamente, y a pesar de el silenciamiento que hacen las autoridades, los casos de pequeños extraterrestres que hablan ruso se suceden. Tras los fascinantes casos de Polonia y Bulgaria, el último insólito caso ha ocurrido en la ciudad alemana de Gifhorn, en la Baja Sajonia. Un ciudadano de unos 40 años alertó a los servicios de emergencia de la ciudad indicando que su domicilio había sido literalmente tomado por 6 extraterrestres de unos 15 centímetros de altura que constantemente volaban en torno a él y le hablaban en ruso. Los sucesos, al igual que los casos anteriores, ocurrieron durante la madrugada, en torno a las 3:30 hora local.

Cuando llegó la policía los extraterrestres acababan de abandonar el domicilio y según indicó el propietario, se ocultaban tras unas macetas. Cuando los agentes inspeccionaron las plantas, llamaron a la central de policía para solicitar un equipo especial de refuerzo y un interprete de ruso. El propietario de la vivienda fue invitado a acompañar a los agentes a la comisaria donde se le tomó declaración durante toda la noche. Al regresar por la mañana a su domicilio, el equipo especial ya había abandonado la zona y la vivienda se encontraba completamente limpia.

Como es habitual en estos casos, la denuncia no prosperó y el denunciante fue catalogado de "excéntrico" y "borracho", pero lo cierto es que no están nada claro los hechos ocurridos tras su marcha a la comisaría. Hay detalles que no encajan en la historia oficial, como el hecho de que la policía de credibilidad a este tipo de sucesos y se persone en el lugar de los hechos. Normalmente la policía tiene trabajo más que de sobra como para andar buscando alienigenas voladores y si acudieron a la llamada es porque es muy probable que estuvieran bajo aviso. También sorprende de sobremanera la capacidad de reacción de la policía local, que a pesar de ser un cuerpo preparado únicamente para atajar pequeños delitos, cuenta con una unidad para tratar este tipo de casos tan alejados de su ámbito de actuación.

En los círculos más confidenciales, el caso de Baja Sajonia no ha pasado inadvertido de ninguna manera. Los tres casos documentados hasta el momento coinciden en la presencia de pequeños humanoides voladores que hablan ruso, lo cual nos lleva irremediablemente al caso de la criatura de Kyshtym, en plenos Montes Urales, en el corazón de la Federación Rusa. Esa pequeña localidad se cree que es el epicentro de este fenómeno ya que como señala el diario Pravda, allí en 1996 apareció el cadáver de una criatura enana y antropomorfica cuyo ADN fue analizado. La conclusión final fue que el ADN contenía secuencias que no se correspondían ni a genes humanos, ni en general a genes de homínidos terrestres. La autopsia coincidió con el dictamen, por lo que este es uno de los casos de aparición de criaturas no terrestres mejor documentados, y sobre el que el gobierno ruso guarda total discreción.

Por lo tanto, la hipótesis de trabajo es que en algún momento estos seres voladores enanos llegaron a Rusia desde el espacio exterior. Allí aprendieron nuestras costumbres, y en concreto aprendieron a hablar la lengua rusa. Finalmente y por motivos que desconocemos, estos pequeños seres han decidido comenzar un viaje hacia Europa Occidental, del cual ya hemos conocido tres escalas. ¿ Cual será la siguiente ?

lunes, 20 de abril de 2009

Guerra abierta por el control de los tupper

El popular "tupper", ese recipiente de plástico donde transportar comida y que antes se llamaba fiambrera, puede tener sus horas contadas en los mercados de la Unión Europea. Una autentica guerra abierta entre los fabricantes de tuppers de plastico y fabricantes de tuppers de cristal amenaza nuestra manera de transportar la comida. Año tras año aparecen informes sobre la toxicidad del plástico de los tuppers, pero a menudo se ponen en entredicho por ser usados como arma arrojadiza contra los fabricantes de plasticos. El tupper es hoy día toda una institución en las oficinas, las piscinas y las meriendas campestres, por lo que quien controle el mercado del tupper, tiene acceso a un jugoso mercado que mueve millones de euros.

Según un informe de los fabricantes de fiambreras de cristal, el problema principal radica en un policarbonato existente en la composición de los plásticos de los tupper. En concreto hablamos del Bisfenol A, una suerte de polímero que puede desprenderse de la composición del plástico para formar parte de nuestra comida. Es inodoro e insípido, por lo cual nunca sabremos que lo estamos ingiriendo involuntariamente. Una vez en el cuerpo se camufla como si fueran hormonas, formando parte de los llamados disruptores endocrinos, y llegando a sustituir a varias hormonas que el cuerpo humano fabrica de manera natural, provocando un autentico desbarajuste hormonal. El Bisfenol A puede desprenderse del plástico e incorporarse a la comida por simple contacto, pero la situación es mucho peor cuando el Bisfenol recibe la radiación de un microondas, ya que se desnaturaliza y se incorpora a la comida de manera mucho más nociva. Otro dato que se ha podido contrastar con cifras en la mano es que un porcentaje significativo de fumadores que usan tupper de plastico han acabado manifestando con el tiempo problemas pulmonares.

Sin embargo, los fabricantes de tuppers de plástico se defienden diciendo que estos estudios son totalmente interesados y que no hay nada malo en los plásticos utilizados . Argumentan diciendo que "Puede desprenderse algo de Bisfenol del plastico, si, pero eso nunca ha hecho nunca daño a nadie". Otro argumento utilizado es que "Si el Bisfenol fuese nocivo, ya estaríamos todos muertos" y "No es para tanto, otros comen guarrerías peores". En cualquier caso estamos en la situación en la que el consumidor no tiene claro a quien creer, ya que existen demasiados intereses sobre la mesa. En concreto, estudios independientes de fabricantes de plasticos aseguran que de los recipientes de cristal pueden desprenderse microcristales, que al mezclarse con la comida se ingieren, y una vez en el cuerpo pueden rajar las paredes estomacales provocando ulceras.

En cualquier caso es muy significativo en el ámbito de la comida transportable, que los únicos que han aumentado sus ventas incluso en los tiempos actuales de crisis son los artesanos fabricantes de platos de barro, lo que denota que algo de inquietud hay entre los consumidores. Canada y Groenlandia ya han prohibido el uso de este tipo de plasticos, por lo que, ¿ será la Unión Europea la siguiente ?

lunes, 13 de abril de 2009

Las vacas con nombre dan más leche

No es ningún descubrimiento extraordinario el hecho de que tratar a los animales como iguales repercute positivamente en nuestras relaciones con ellos como seres humanos. Siempre se ha dicho que la música amansa a las fieras, pero lo cierto es que escuchar música es una actividad puramente humana, ya que ningún animal en su estado natural pudo escuchar una composición musical hasta que el ser humano la creó. Por la tanto es una actividad que "humaniza" al animal y le hace sentir bien, sintiéndose parte de lo que ellos perciben como la compleja sociedad humana. Otro ejemplo es el de el perro integrado en una familia. El animal no quiere ser únicamente "el perro de la familia", si no que aspira a ser un miembro más de la familia humana, y por lo tanto las actividades que le "humanizan", como salir a pasear, siempre las espera con máximo interés.

Por detalles como estos no sorprende en absoluto las ultimas investigaciones de la Universidad de Newcastle, que han demostrado que poner nombre a una vaca aumenta considerablemente su capacidad de dar leche. Esta producción extra de leche se cuantifica en casi 300 litros más anuales respecto a las vacas a las que no se las llama por su nombre. Los ganaderos británicos objeto del estudio reconocieron que la medida es la más barata de implantar en relación al rendimiento que ofrece para mejorar la producción.

Las vacas al igual que otros animales acogen muy positivamente la humanización que supone tener un nombre propio, y nos lo agradecen como mejor saben, dando más leche. Por supuesto, la mejora tiene sentido si a las vacas se les comienza a llamar por su nombre desde pequeñas, cuando son más permeables al mundo exterior, y se está forjando su personalidad. Con animales adultos la medida no surtió ningún efecto, ya que las vacas simplemente no se reconocen por el nombre asignado.

En cualquier caso, una idea tan simple como esta podría estar detrás de un misterio que traía de cabeza a los biólogos durante el último medio siglo, como es la caída constante de la productividad de leche de las vacas. A pesar del hecho de seleccionar para criar a los espécimenes que más leche daban a lo largo de su vida, la producción no hacía más que disminuir, en contra de toda lógica. La respuesta puede ser más sencilla de lo que se podría imaginar y radica en la deshumanización del proceso de extracción de leche que ha traído la industria posterior a la segunda guerra mundial. Un ganadero de principios del siglo XX extraía la leche por procedimientos totalmente tradicionales, manteniendo el contacto con el animal, y por supuesto, llamándole por su nombre único en toda la granja. Pero la evolución en las técnicas de ordeñado hacen que las vacas hayan perdido casi por completo el contacto humano, sintiéndose como un número más que como un individuo. Bajo estas condiciones tan industriales, la desgana y la desidia se han apoderado de las vacas tal y como ocurre en los seres humanos, haciendo que disminuya su producción de leche. La vuelta a las técnicas tradicionales y al trato humano, hace que las vacas recobren nuevamente su productividad esperada.

No obstante las ventajas de considerar a las vacas como personas no se quedan ahí. Según los ganaderos objeto de estudio, llamar a las vacas por su nombre las hace más dóciles y establece una relación de amistad mutua entre animal y dueño que no se da con otras vacas sin nombre. Esta amistad permite que las vacas sean más dóciles a la hora de ser ordeñadas y se comporten mejor en el desarrollo de las actividades que implica el día a día de la ganadería.

lunes, 6 de abril de 2009

Los Huaylas del Moncayo

En la historia son famosos los movimientos migratorios de los europeos hacia el Nuevo Mundo en busca de fama y riqueza. Allá por los siglos XVI y XVII había un continente entero por explorar y fueron muchos los que decidieron probar suerte en América. En concreto, la Corona Castellana, que disponía de la explotación casi en exclusiva de sudamérica, aportó gran cantidad de nombres que contribuirían al mestizaje entre europeos y nativos americanos. Pero una circunstancia más extraña fueron los movimientos migratorios en el sentido inverso, cuyos casos pueden contarse con los dedos de la mano. Es especialmente curioso el caso de los indígenas Huaylas, que tras ayudar fielmente a Francisco de Pizarro en sus batallas contra los Incas, fueron recompensados con privilegios propios de la nobleza, y tierras en España.

En 1536, Quizu Yupanqui asediaba la ciudad de Lima, con Francisco de Pizarro y unos 300 españoles en ella. Las tropas de Yupanqui eran netamente superiores en número por lo que era bastante evidente que Pizarro, que había salido victorioso de numerosas batallas en el Perú, iba a caer derrotado en Lima y no le esperaba más que una probable muerte violenta. Sin embargo, cuando el ejercito Inca estaba a punto de precipitarse sobre la ciudad, su retaguardia fue atacada por 5.000 indígenas Huaylas, aliados de los españoles y enemigos jurados de los Incas. Como consecuencia de este ataque, las tropas de Yupanqui, desbordadas y en clara desventaja, huyeron tras sufrir numerosas bajas. La ciudad de Lima resistió el asedio, Pizarro conservo su vida, y como gratificación se les concedió a los Huaylas que habían participado en la batalla la posibilidad de comenzar una nueva vida en el Viejo Continente.

La gran mayoría de los indígenas decidió permanecer en Perú, cerca de sus familias, pero unos 200 Huaylas, los más aventureros, aceptaron de buena gana la gratificación y partieron en 1538 en dos barcos hacia el puerto de Cadiz. Cuando llegaron, la reina Juana I de Castilla los trató con honores y les fueron concedidos títulos propios de la baja nobleza y tierras a las faldas del Moncayo. Una vez allí adoptaron nombres típicos españoles y se integraron entre los hidalgos locales, acordando matrimonios con sus descendientes. A pesar de realizarse un mestizaje relativamente rápido, los descendientes de los Huaylas nunca renunciaron a su cultura, practicando actividades propias de sus antepasados en plena meseta castellana hasta bien entrado el siglo XIX.

En la actualidad su linaje se encuentra muy diseminado por la península ibérica, pero sus rasgos étnicos son claramente diferenciables. De hecho, tras 15 generaciones viviendo en España, la huella étnica dejada por los Huaylas es bastante amplia. Hasta el comienzo de la democracia en España era extremadamente sencillo distinguirlos, porque sus rasgos eran únicos. Además, era signo de educación tratarlos con un respeto adicional en memoria de sus antepasados que tanto ayudaron a la defensa de Lima. Sin embargo con la llegada de la democracia y la inmigración masiva, hoy en día es virtualmente imposible distinguir a los antiguos Huaylas españoles de muchos de los emigrantes llegados desde sudamérica a Europa en busca de un futuro mejor.